Francisco en los Estados Unidos
Raúl Pariamachi ss.cc.
Como “una
visita desafiante” ha sido calificado el viaje del papa Francisco a los Estados
Unidos, quien estará en este país del 22 al 27 de septiembre, ocasión en la que
también visitará la Sede de las Naciones Unidas.
Se calcula
que cerca del 80% de la población estadounidense se declara religiosa (el 75%
cristiana). La Iglesia católica es la primera denominación cristiana; de
acuerdo a sus propias estadísticas, en este país viven 76 millones de católicos
que representan el 24% de una población que sobrepasa los 300 millones. Se
trata del cuarto país con más católicos en el mundo, después de Brasil (128 m.),
México (98 m.) y Filipinas (81 m.). Según el CARA, los 76 millones de católicos
estadounidenses se dividen en tres grupos: el primero constituye el 4%, que
representa el núcleo de la comunidad católica (quienes participan en la
eucaristía dominical y las actividades eclesiales); el segundo constituye el
45%, que representa al católico promedio en los Estados Unidos (quienes
participan en la misa una vez al mes y tienen interés por la vida de la
Iglesia); el tercero constituye el 51%, que representa la periferia de los
católicos (quienes de “declaran” católicos pero en realidad están alejados de las
creencias y las prácticas de la Iglesia).
Los
desafíos del papa Francisco se entienden en doble dirección, en el sentido de
que encontrará un conjunto de desafíos y al mismo tiempo de seguro planteará los
suyos a la Iglesia y la sociedad de este país.
La revista Time ha publicado una edición especial
titulada Francisco: el mensaje audaz del
Papa llega a América, que refleja de cierto modo las expectativas
mediáticas por la visita. Se destaca que Francisco es una de las figuras
públicas más fascinantes y atractivas de la época global; aunque se reconoce
que es un pastor de mensaje audaz y de hablar sencillo, se advierte que vendrá
a un país que tiene una de las sociedades más controversiales del planeta, en
la que cuestiones como la despenalización del aborto, la aprobación de la
eutanasia, la legalización de la unión de personas del mismo sexo, los derechos
de los inmigrantes, la corrección del modelo económico, la reorientación de la
política internacional y el cuidado del ambiente están en permanente debate. Se
cuentan también las polémicas en la Iglesia sobre los movimientos neoconservadores,
los abusos sexuales, la comunión de los divorciados vueltos a casar, la
posibilidad del matrimonio para los sacerdotes o la admisión de las mujeres a
la ordenación sacerdotal.
Una muestra
es la reciente portada de la revista Newsweek
en la que se pregunta ¿Es católico el
Papa? El artículo contrapone las actitudes del Papa a las de Salvatore J.
Cordileone (el arzobispo de san Francisco), que según la revista sería un
abanderado de las posiciones ultraconservadoras en la Iglesia de los Estados
Unidos; se recuerda que un observador ha dicho que nada de lo que Cordileone
hace es inconsistente con lo que el Papa enseña. La pregunta sugiere explorar
si detrás de los gestos del papa Francisco existe una auténtica voluntad de
cambio en la Iglesia.
Por otra
parte, en el artículo principal de la última edición de la revista católica América –de los jesuitas–, el autor
menciona que 48 millones de estadounidenses viven por debajo de la línea de la
pobreza, más de 600,000 personas sin hogar deambulan por las ciudades (negros,
latinos y jóvenes LGBT representan un buen porcentaje de estas personas), muchos
carecen de una vivienda adecuada y más de 11 millones viven como indocumentados.
Cada año los Estados Unidos generan aproximadamente 230 millones de toneladas de
basura –con poco reciclaje– y la mayor parte termina en los vertederos. Se
estima también que en promedio los Estados Unidos consumen 19 millones de
barriles de petróleo al día; aunque representan el 4,5 % de la población
mundial, consumen cerca del 20% de la energía del planeta. El autor se pregunta:
De cara a estos hechos, ¿cómo podemos responder en los Estados Unidos al
desafío del papa Francisco para promover una ecología integral?
El editor
de la revista Time prevé que
Francisco se guiará por su agenda que está reorientando a la Iglesia en tres
direcciones: hacia el centro político, hacia las periferias geográficas y
existenciales, y hacia el corazón del Evangelio.
En efecto, en
principio se podría discutir si este papa es progresista o moderado, pero de
hecho no es conservador. Lo mínimo que se puede decir es que Francisco gusta de
ubicarse hacia el centro político, queriendo así mostrar que el mensaje
religioso de la Iglesia también tiene sus consecuencias políticas para el bien
común. Al mismo tiempo, desde su elección Francisco ha insistido en el
movimiento de la Iglesia desde el centro hacia las periferias geográficas y
existenciales, que se ha mostrado bien en sus gestos de cercanía a los más
alejados, sufrientes y olvidados. El destino de sus primeras visitas es un buen
ejemplo. Finalmente, Francisco ha destacado en todo momento la relevancia de hablar
desde el corazón del Evangelio, comunicar la buena noticia de Jesús a un mundo
que necesita escuchar un mensaje de esperanza y consuelo, no de condena y exclusión.
El Papa ha dicho que centrarse en el Evangelio hace que se relativicen ciertas
normas y costumbres que han perdido su sentido en estos tiempos.
Un hecho
notable es que esta visita papal considera en el mismo periplo a Cuba y los
Estados Unidos. Al respecto, el cubano-estadounidense Miguel H. Díaz ha escrito
que la invitación de Francisco a encarnar la misericordia de Dios en un mundo cada
vez más globalizado por la indiferencia humana y su clara reafirmación de la opción
por los pobres, marginados y oprimidos constituyen un valioso desafío para las
sociedades de Cuba y los Estados Unidos. Como sumo pontífice (del latín “pons”
= puente + “facere” = hacer), el “constructor de puentes” llegará a Cuba y los
Estados Unidos para marcar el comienzo de una nueva primavera en las relaciones
humanas dentro de y entre estas dos naciones que han estado sociopolíticamente
separadas.
Cuando a
las cuatro de la tarde del 22 de septiembre el papa Francisco pise tierra
estadounidense en Washington D.C., seguramente se habrá iniciado una visita que
dará mucho que hablar. Veremos.
Excelente resumen, gracias
ResponderEliminarJuan Borea
Vale la pena compartirlo. Gracias.
ResponderEliminarGracias Raúl por tu comentario. Como tú bien dices: Ya veremos que vientos nuevos trae la visita de Francisco a estos dos países que son una pequeña muestra del contraste que vivimos en el mundo actual...
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